SABÍAS QUE ? Legalización del PCE (1977)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV, realizó una docena de retratos del rey.

 

9 de abril

 

Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), había penetrado de forma ilegal en España en febrero de 1976 y permanecido oculto unos meses, hasta que comenzó a no importarle dejarse ver por Madrid. Incluso fue detenido por voluntad propia a finales de año, aun cuando en verano se le había negado el pasaporte español. Aunque en un clima de cierta tolerancia hacia él y sus dirigentes, existían por aquella época serias resistencias a la legalización del partido, que no era vista con buenos ojos por el Ejército y amplios sectores de la sociedad.

A principios de 1977, el Gobierno era consciente de que tendría que asumir la legalización del PCE y el probable coste político que ello supondría en el interior. En el exterior, la integración europea estaba supeditada a la legalización de todos los partidos políticos, por lo que Suárez asumió el riesgo. Para realizar esta operación con los comunistas, mantuvo varias reuniones secretas con Carrillo, de quien obtendría su compromiso de colaborar en el proceso constitucional —en realidad, el PCE llevaba una situación de tolerancia real desde diciembre de 1976—. De la entrevista secreta entre Suárez y Carrillo del 27 de febrero trascendió el entendimiento entre los dos políticos: el presidente del Gobierno se mostró proclive a la legalización y Carrillo aceptó la monarquía constitucional y la bandera nacional, dos de los principales escollos previos que el comunista tenía que superar como condiciones.

En la calle, la presión social iba en aumento al tiempo que la tolerancia popular respecto al PCE, y la evolución de la opinión pública, convertía en necesaria una legalización que, a su vez, era imprescindible para dar veracidad a la transición política. Si en diciembre de 1976 las encuestas —según el Diario 16 de 18 de abril de 1977— señalaban un empate total entre los partidarios y contrarios a la legalización (32 %), en febrero de 1977 ya se adelantaban los primeros (43 % frente a 24 %) y a primeros de abril ganaban por goleada (55 % frente a 12 %). La conciencia social sobre la consumación de la democracia iba en aumento.

El sábado 9 de abril, víspera de Domingo de Resurrección, España almorzaba con la noticia de que el Partido Comunista había sido legalizado. Al día siguiente, el diario El País publicaba en primera plana la buena nueva: «El Partido Comunista de España, legalizado», cuyo antetítulo resumía el proceso final de la legitimación: «El Gobierno aprueba la inscripción tras el informe favorable del fiscal del Reino». La entradilla de la información ahondaba un poco más en la tramitación legal: «El Partido Comunista de España fue legalizado ayer, después de estar cerca de cuarenta años proscrito, con su inscripción en el Registro de Asociaciones Políticas del Ministerio de la Gobernación. El hecho se ha producido a los dos meses de que dicho partido hubiese solicitado su legalización y a la semana de que el Tribunal Supremo se declarase incompetente en el asunto y devolviese la documentación al Gobierno. La legalización constituyó, según parece, una sorpresa para los dirigentes del PCE, la mayor parte de los cuales se encuentran en estos días fuera de Madrid». En realidad, se encontraban festejándola por todos los lugares de España.


Понравилась статья? Добавь ее в закладку (CTRL+D) и не забудь поделиться с друзьями:  



double arrow
Сейчас читают про: